23 de agosto (DRS).- Luego de dos largos meses de abstinencia, la pelota volvió a rodar un día. Sí, comenzó el fútbol oficial, pero River hubiera deseado que nunca regresara. Es que la actualidad del equipo que dirige Néstor Gorosito sigue siendo opaca y no parece tener la fuerza para mejorar. En esta ocasión perdió 2-0 con Banfield, en el Florencio Sola, y el resultado podría haber sido aún más extenso. El uruguayo Santiago Silva, al minuto de juego, y su compatriota Sebastián Fernández a los 32 del primer tiempo, decretaron el marcador final del encuentro. De este modo, River ya no posee una de sus últimas rachas, pues desde el Apertura 1998, cuando había caído 4-0 con Lanús, que no perdía en el inicio de un certamen local. Todo termina y los de la "Banda" la siguen pasando muy mal con los rivales del sur. Se recuerda que el miércoles 19 habían perdido 2-1 con el "granate", por la Copa Sudaméricana, y tienen pocas chances de pasar de ronda.
Pero, hay que hablar del partido en cuestión. Desde que Banfield y River salieron a la cancha, se pudo observar que había dos estilos muy diferentes. Los entrenados por Julio Falcioni salieron a buscar un resultado positivo desde el comienzo y lo lograron porque mostraron hambre, garra y sacrificio, virtudes que River no tiene desde hace mucho. Así, un afilado Silva consiguió rematar ante la impotencia de Daniel Vega, tras un tonto error de Gustavo Cabral, y abrió el marcador. Banfield siguió generando jugadas y, al rato, el propio Silva tuvo un remate de media tijera que pegó en el travesaño. Mientras tanto, River hacía agua en su defensa y en el ataque no tenía peso ofensivo, pues Andrés Ríos despediciaba las pocas jugadas que tenía (Cristián Fabbiani no jugó pues tuvo que cumplir una fecha de suspensión).Después de media hora, el que consiguió su gol fue Fernández, quien pateó el balón que pasó entre las piernas de Vega. El "taladro" era el dueño del juego, al manejar con criterio la pelota, y sus jugadores tuvieron un buen desempeño. Walter Erviti, Silva y Fernández fueron de lo mejor en el local.
Por su parte, en River casi no se destacó nadie, con la excepción de Augusto Fernándes y Matías Abelairas, por momentos. Ariel Ortega y Marcelo Gallardo no pudieron mostrar su talento y necesitan tiempo para ser lo que fueron alguna vez.
La segunda etapa estuvo de más, pues el resultado no se modificó. El ingreso de Diego Buonanotte no sirvió de nada y el partido se diluiyó. No obstante, el 0-2 en contra sirvió para que Gorosito pudiera sacar conclusiones: River requiere de un cambio de mentalidad, ya que le cuesta jugar frente a rivales como Banfield y no puede dar vuelta una situación adversa, como la de hoy. Si bien falta mucho y el equipo tiene el crédito abierto, los errores del pasado (falta de ideas en el ataque y desordenes en la defensa) siguen ocurriendo y eso es un problema latente.
Por último, se comenta que Gorosito podría dejar su cargo si no le traen más refuerzos, lo que sería desastroso para el corto plazo de la institución. Los contratos se deben cumplir y si los jugadores no rinden, el técnico puede utilizar la gran cantera que posee la institución de Belgrano. River necesita dar vuelta este presente nefasto, pues hace mucho que perdió su identidad y los rivales ni siquiera le tienen respeto. Se espera una vuelta de página, tan necesaria como previsible.
Copyright © 2009 - LMC – Texto: Nicolás Souto - Foto: Gentileza http://www.lanacion.com.ar/ - Buenos Aires, 23 de agosto de 2009.
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