Torneos Metropolitanos de básquet.
Primera. Los chicos del club vencieron a Pinocho y River mantuvo la categoría.
Por Daniel Belas.
13 de noviembre (DRS).- River es una tentación al ego. Sin reparar en el momento, sin circunstancias, sigue siendo River tanto para el que la viste como para el que está enfrente. Y eso explica por qué un equipo ya clasificado a los playoffs carneaba a la madre con tal de ganarle y arrimarlo al descenso. Pero los de Santín, pibes chicos/grandes pibes, coparon la parada de visitantes y seguirán en Primera.
El valor del triunfo brilla en los flecos del trabajo grupal. Porque si bien es cierto que hubo distinguidos (Lagarrigue por responsabilidad y regularidad fue uno), la noche no encontró un factor individual descollante. Todos aportaron en su debido momento, se suplieron entre sí; y ese, precisamente, es el camino correcto en un deporte de grupo. Punto para Santín, soldador de las jóvenes piezas que integran el plantel.
River tuvo un comienzo inmejorable, soñado, sosteniendo un porcentaje altísimo en los lanzamientos. Pazzaglia, de movida, parecía tener un enlace sideral con la red (anotó sus 11 puntos en cinco minutos). Cuando se le agotó la cartuchera el resto fue pasándose la posta goleadora; Francisco, Nelson (fundamental en un segundo cuarto pálido) y sobre todo Leal, que además de ser el máximo anotador fue vital reemplazando a Chávez. Manuel no arrancó bien, pero cuando regresó a la cancha hizo pesar su estatura bajo los tableros.
Pinocho emparejó el encuentro sobre el pucho de la primera mitad, esencialmente desde la efectividad de Maneo. Se perfilaba una batalla post descanso en la que tener la mente fría sería el capital primordial. Y ahí falló justamente la cabeza del local. El entrenador Oulego se excedió en la protesta por una falta sin trascendencia de Bajz y, amenaza mediante, fue expulsado. Los de Urquiza, irritados por la decisión, perdieron la brújula. Sin embargo, el clima enrarecido también afectó al juego del "Millo", que igual mantuvo la ventaja.
Empujado por una tribuna cada vez más hostil, verbalmente, con la dupla arbitral –algún ‘piropo’ ligaron los chicos también-, el dueño de casa apretó y River se refugió en la determinación de Leal para atacar el aro. La jugada clave llegaría a poco del cierre. Cuando Pinocho achicaba la brecha en silencio y algún fantasma sobrevolaba el aire, Leguizamón no tuvo mejor idea que anotar sus primeros puntos con un triple venenoso, hermoso, precioso, y allanó los últimos instantes del partido.
River sigue en Primera. River jugará los playoffs. ¡Gracias jugadores y cuerpo técnico!
Datos del partido:
Pinocho: 4-Díaz, 5-González, 6-Dominoni, 7-De León, 8-Bogado, 9-Pedace, 10-Herrera, 11-Maneo, 12-Guerrero, 13-Arancibia, 14-Pombo y 15-Bernardo.
Entrenador: Oulego.
River: 4-Costa, 5-Leal, 6-Pazzaglia, 7-Bajz, 8-N. Peralta, 9-Roldán, 10-A. Peralta, 11-Leguizamón, 13-Chávez, 14-Veggetti y 15-Lagarrigue.
Entrenador: Santín.
Ayudante Técnico: Acosta.
Utilero: Ortiz.
Cronometrista: Bustamante.
Goleadores: Bogado -17-, Pombo -16-, Maneo -10-, Herrera -9-, Díaz -8- y Bernardo -4- (P); Leal -17-, Lagarrigue -14-, A. Peralta -12-, Pazzaglia -11-, Chávez -7-, Veggetti -6-, N. Peralta -6- y Leguizamón -3- (R).
Arbitros: Hoyo y Rodríguez.
Cancha: Pinocho (Villa Urquiza).
Parciales: (1º) 15-29 (2º) 22-13 (3º) 13-13 (4º) 14-21.
Final: 64-76.
Copyright © 2009 - DRS – Texto: Daniel Belas – Foto: Pablo Puebla Palacios - Corrección: Nicolás Souto - Buenos Aires, 13 de noviembre del 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario